1 de febrero de 2012
Auditorio Nacional, sala de cámara.
I
Georg Philipp Telemann (1681-1767):
Overture (Suite) en la menor, para flauta,
cuerda y continuo TWV 55:a2
Johann Sebastian Bach (1685-1750):
De la Suite BWV 997
G. P. Telemann : Sonata
en fa mayor, para dos chalumeaux, violines y continuo
II
G. P. Telemann : Concierto
en re menor, para dos chalumeaux, cuerda y continuo
George Frideric Haendel (1685-1759):
Concierto en si bemol mayor op.4 nº 6,
para arpa, laúd, dos flautas, cuerda y continuo
Antonio Vivaldi (1678-1741): Concierto
en do mayor RV 443, para flautino,
cuerda y continuo
Enrico Onofri y Marco Bianchi, violines;
Stefano Barneschi, viola;
Paolo Beschi, violonchelo; Giancarlo de Frenza,
violone; Margret
Koell, arpa; Luca Pianca, laúd; Tindaro
Capuano, flauta y chalumeau;
Riccardo Doni, clave
Giovanni Antonini, flauta, chalumeau y
dirección musical
La sala de cámara del Auditorio se quedó
pequeña para este concierto que llevaba
desde hace semanas puesto el cartel de no hay billetes, ya que, poder
ver a uno de los mejores grupos de barroco por 10 euros es un auténtico chollo.
El grupo no defraudó Antonini, aparte de
dirigir, tocó como él solo sabe la flauta, el flautín y en chalumeau (o salmoé,
instrumento antecesor del clarinete). Por supuesto que también gesticuló y
acompañó con el cuerpo todos los solos, pero eso forma parte de su esencia.
Entre los dos primeros conciertos de Teleman
la arpista y el laudista interpretaron una obra infrecuente de Johann Sebastian
Bach concretamente un preludio y una fuga de la Suite
BWV 997 compuesta para un instrumento inusual, pero aquí ejecutada
por estos dos instrumentos de forma espectacular.
Otro momento cumbre fue la interpretación del
concierto para órgano en si bemol mayor op.4 nº 6 de George F. Haendel en
versión para arpa, laúd, dos flautas, cuerda y continuo. En barroco la
formación instrumental no está definida del todo y se pueden variar las
formaciones originales.
Para terminar el Concierto
en do mayor RV 443, para flautino, cuerda y continuo. Para Il Giardino es como jugar un partido en
casa, Antonini ejecutó en el segundo movimiento una gran cantidad de adornos,
trinos, mordentes… Claro, es barroco y la ornamentación nunca sobra, el
movimiento se asemejaba a una columna salomónica de un retablo llena de
volutas, excelente.
Como momento a destacar del concierto el tercer
movimiento (adagio) en re menor
de Telemann en el que desarrolló un fraseo excelente de
gran emotividad.
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