miércoles, 7 de marzo de 2012

Ariodante Complesso Barocco

Marie-Nicole Lemieux con doctortuba




George Friederic Händel (1685-1759): Ariodante (HWV 33) 
Ópera en tres actos, con libreto anónimo basado en el de Antonio Salvi
Auditorio Nacional de Música. Sala sinfónica 4 de marzo de 2012-03-07

ARIODANTE (un príncipe) Sarah Connoly, mezzosoprano
GINEVRA (hija del rey de Escocia) Karina Gauvin, soprano
POLINESSO (Duque de Albania) Marie Nicole Lemieux, contralto
DALINDA (dama de la corte) Sabina Puértolas, soprano
LURCANIO (hermano de Ariodante) Nicholas Phan, tenor
REY DE ESCOCIA Matthew Brook, bajo-barítono
Il complesso barocco.
Alan Curtis, dirección

Este ciclo cada vez es más sorprendente. Esta versión de Ariodante para concierto es casi perfecta. He de confesar que la ausencia de Joyce diDonnato me había dejado planchado porque me parecía perfecta para el papel de Ariodante (había escuchado su versión de la ópera de Ginebra en 2007), pero Sarah Connoly lo hizo genial, como tuve ocasión de decirle en el camerino, fue una agradable sorpresa (a lo que contestó que la primera sorprendida fue ella cuando le dijeron el lunes tras interpretar una Ottavia que el domingo tenía que interpretar Ariodante).

Karina Gauvin en el papel de Ginevra estuvo muy bien, sobre todo a partir del acto segundo cuando se incrementó el dramatismo. En cada papel de ópera siempre tenemos una versión de referencia (por ejemplo la Carmen de Teresa Berganza, la Cleopatra de Dessay...). Para mí la Ginevra  paradigmática es la de Patricia Petibon de 2007, sobre todo “Il mio crudel martoro” del acto segundo, pese a tender a compararlas instintivamente, me gustó mucho. Lo peor fue que el público no aplaudiera después del “Volate amore” que puede deprimir a la soprano más templada (yo sí aplaudí en bajo).

La verdadera triunfadora de la tarde fue, sin duda, Marie Nicole Lemieux (en la imagen conmigo). Con un papel a priori más bien soso (Polinesio) logró levantar aplausos casi hasta después de los recitativos. Con un carácter propio y una dramatización excelente (pese a ser versión de concierto) Lemieux mantuvo una tensión adecuada al personaje. Fuera del escenario, Marie es tan arrolladora como dentro de él, encantadora sin más.

La orquesta, pese a la dificultad de tocar con instrumentos barrocos, incluidas dos trompas naturales, estuvo impecable y la dirección de Curtis (un experto en Händel), fantástica. Esperemos que los recortes no afecten a estos ciclos, ya que los lujos culturales no son tales

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